El terrorífico plan de Charles Manson para asesinar a Frank Sinatra
Mia Farrow tenía tanto miedo de Charles Manson, tenía tanto pavor a la Familia de Manson, que no quiso asistir al funeral de su amiga Sharon Tate. Estaba convencida de que iba a ser la siguiente y no quería salir de casa, no quería llamar la atención, no quería convertirse en un objetivo, no quería darlesideas. Su casa, hasta que se detuvo a los criminales de la Familia Manson, se convirtió en una fortaleza. Los crímenes del 10050 de Cielo Drive le tenían inmovilizada. Pero Mia Farrow no estaba en la lista.
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Quien sí estaba en la lista era Frank Sinatra, el que acababa de convertirse en su primer ex-marido. Porque Manson tenía un macabro plan para Sinatra. Susan Atkins, una de las más fieles seguidoras de Charles Manson, reveló a otras reclusas al ser detenida los planes para algunos de los nombres que estaban en la lista. Afortunadamente Sinatra, que era conocido por unas medidas laxas de seguridad en su casa de Palm Springs (básicamente le abría la puerta a cualquiera que llamara a ella si él estaba en casa), estaba también escondido. Y hacía bien. La Familia Manson le había estado investigando.
El plan para matarle lo tenía Susan Atkins en su cabeza. Lo habían planeado hasta el último detalle. En los juicios nunca se reveló, pero sus conversaciones en la cárcel sí han terminado saliendo a la luz. En el libro de Virginia Graham Manson, Sinatra y yo (CCB Publishing) se recogen al detalle los planes que tenían para muchos de los artistas incluido en la lista de los asesinos. Atkins no pudo evitar alardear de sus crímenes. Fue en esta confesión a sus compañeras de celda cuando soltó el famoso: "Probé la sangre de Tate. Me pareció caliente y pegajosa".
Este era el plan. Un grupo de chicas, entre ellas Atkins, llamaría a la puerta de Sinatra. Él abriría, dado que habían observado cómo abría a cualquiera que llamara a la puerta, más aún si eran unas 'jovencitas'. En cuando la puerta estuviera abierta se abalanzarían sobre él y le atarían de pies y manos. Y ahora viene lo de terrorífico. Tenían listo un gancho de acero inoxidable de carnicero en S para colgar carne. Su idea era colgar el gancho del techo (no especificó cómo, ni si el gancho en el techo tendría la capacidad de soportar el peso de Sinatra porque dentro de la casa no habían estado) por los pies, desnudarle, poner sus discos y, mientras tanto, desollarle lentamente. Atkins, asegura que no pretendían matarle, sino hacer carteras y tulipas de piel para lámparas. De esa manera, aseguraba, "todo el mundo tendría un pedacito de Frank".
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