El otro 'Granada' de Frank Sinatra y Ella Fitzgerald.

 

El otro 'Granada' de Frank Sinatra y Ella Fitzgerald

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Franks Sinatra interpretando 'At Long Last Love'. En el vídeo, Michel Heitman e Ignacio Durán cuentan el paso de Cole Porter por Granada. / IDEAL

Cole Porter, mítico compositor de los años 30, escribió tres temas con guiños granadinos después de pasar un mes alojado en el Alhambra Palace y enamorarse de nuestra ciudad

Frank Sinatra, con la sonrisa torcida y la pajarita recta, aparece en los televisores de Estados Unidos, en 1950, y la música suena a sus espaldas. «Una canción maravillosa escrita por Cole Porter», dice, antes de empezar a cantar 'At Long Last Love', un tema sobre el amor platónico, idílico e inalcanzable que le encantaba interpretar. En la segunda estrofa, como metáfora del paraíso, como espejismo de la belleza frente a la tragedia del desierto, aparece Granada: «Is it Granada I see or only Asbury Park?». «¿Es Granada lo que veo o es sólo Asbury Park?».

El compositor Cole Porter.

A finales de 1920, un tipo de ojos saltones y boca ancha se despertó en Granada. Su rostro no lo conocía casi nadie, pero su nombre, Cole Porter (Indiana, 1891– California, 1964), ya era una institución mundialmente admirada. Un talento portentoso, autor de más de mil canciones, treinta musicales estrenados en Broadway, cuatro veces nominado al Oscar y base fundacional del 'Great American Songbook' (clásicos del cancionero estadounidense). Suyas son 'Anything Goes', 'Begin The Beguine', 'Night and Day', 'I've Got You Under My Skin', 'Love For Sale'... Pero aquella mañana, cuando se asomó por la terraza del Hotel Alhambra Palace, Granada le arrebató el corazón.

Michel Heitman, profesor de inglés en el Colegio el Pinar, en Málaga, llega al Alhambra Palace con un vinilo de Frank Sinatra bajo el brazo. Heitman nació en Atenas, fruto de una mezcla de genes griegos, alemanes, americanos y españoles. «Me pasé toda la vida viajando por bases militares», recuerda. Dentro del hotel, le llama la atención una vitrina con la lista de ilustres que se han hospedado allí. El primero es Manuel de Falla. El segundo, Cole Porter. «En 1992 mi padre me llevó al concierto de Frank Sinatra en Atenas y cuando cantó 'Strangers In The Night' algo me cambió por dentro. Fue maravilloso. Desde ese día quedé enganchado con Frank y empecé a estudiar el 'American Soundbook'».

Heitman disfruta de las vistas del Alhambra Palace, con un vinilo de Frank Sinatra. / ALFREDO AGUILAR

Heitman forma parte, desde hace años, de un foro de expertos en Sinatra repartidos por todo el mundo. «Hablamos a veces con la familia. Una vez le pregunté a Nancy: oye, ¿y el 'Granada' de 'At Long Last Love', por qué? Tampoco lo sabía. Empecé a investigar y encontré la estancia de Cole Porter aquí, en Granada». Michel sale a la terraza del Palace y observa las imponentes vistas de la ciudad. Allí le recibe Ignacio Durán, director de marketing del hotel y, además, enorme apasionado del jazz. «Que sepas que esta historia me hace una ilusión tremenda –dice Durán–. Tengo en casa más de dos mil discos y para mí Porter es un ídolo».

Ambos se sientan a tomar un café y charlan durante horas de música, de los famosos que han pasado por allí y de las canciones de su vida. Al pasar a su lado otro cliente, el suelo tiembla levemente.

–¿Lo habéis notado? –pregunta Durán–. Es que en la terreza el suelo tiembla mucho. 'At Long Last Love' comienza hablando de un 'terremoto', quién sabe, lo mismo eso también es recuerdo de su estancia aquí.

–No hay duda, estuvo aquí.

–Sin duda. Sabemos que Cole Porter, leyenda de la música americana, vivió en el Alhambra Palace. Probablemente en este mismo salón disfrutó de un cóctel y de las vistas de Granada y, con seguridad, fue una inspiración importante para él.

–Es curioso –sigue Heitman– porque todo el mundo ha escuchado a Sinatra cantar el 'Granada' de Agustín Lara, pero pocos saben que hay otro 'Granada' más auténtico. Y, quizás, otros dos más velados en otras canciones de Porter.

Heitman y Durán, charlando en la cafetería del Alhambra Palace. / ALFREDO AGUILAR

The Top

Según Heitman, lo «esperable» era que Cole Porter hubiera escrito 'Lido' en vez de 'Granada' en 'At Long Last Love'. Lido de Venecia es una isla en donde el compositor vivió un tiempo con su pareja, el también compositor Irving Berling. Y, teniendo en cuenta que Asbury Park es una zona costera de Nueva Jersey con muy poco encanto, la comparación tendría su sentido. «Pero ambos vinieron a Granada y todo cambió –sigue el profesor–. Cuando encontré esa conexión seguí investigando y llegué a una de sus canciones más importantes 'You're The Top'».

«You're the top. You're the purple light of a summer night in Spain»; «Eres lo más. Eres la luz púrpura de una noche de verano en España», cantó Sinatra y, por supuesto, la legendaria voz de Ella Fitzgerald. «Esa referencia a España también surge de su visita a Granada. Y mirad –Heitman señala al horizonte granadino que, pese a la lluvia, luce un hermoso atardecer–, ¿no os imagináis a Porter recordando sus tardes en Granada al escribir 'la luz púrpura de una noche de verano en España?'».

«You're the top. You're the purple light of a summer night in Spain»

Frank Sinatra y Ella Fitzgerald.

Queda una tercera canción, tan icónica como las otras dos, 'My Heart Stood Still', que ha sido versionada por decenas de artistas en los últimos cincuenta años. En una de las actuaciones más famosas de Sinatra, se le escucha decir antes de cantar el tema: «Una de las historias de amor más bonitas que nadie podría contar o cantar». La letra dice así: «I saw your eyes. Now castles rise in Spain!»; «Veo tus ojos. ¡Ahora los castillos se levantan en España!». «Una vez más, no podemos saberlo con exactitud, pero parece muy verosímil pensar en la Alhambra, el castillo que sale de la tierra», apunta Heitman.

«I saw your eyes. Now castles rise in Spain!»

En las tres canciones, Porter usa Granada o España como metáfora de lo auténtico, de la belleza, del sueño inalcanzable. «Usa Granada porque se quedó prendado de la ciudad, después de un mes aquí, no hay duda», dice Michel. Y añade: «Tanto como yo, que estoy enamorado de esta ciudad. Y ahora quizás más». Durán, disfrutando de la conversación como si tuviera al mismísimo Porter delante, le entrega al profesor el libro 'Historia del Alhambra Palace'. «Te lo quería regalar. La conexión de este hotel con Estados Unidos, su cine y su música, es muy grande y para nosotros es un orgullo».

Durán y Heitman, con sus regalos intercambiados. / A. AGUILAR

Heitman, entonces, coloca sobre la mesa el vinilo que traía y se lo acerca con un generoso gesto de la mano: «Y esto es para el hotel. Es un disco de coleccionista, de Sinatra, con la canción de 'Granada', de Lara. Pensé que os gustaría tenerlo».

90 años antes, en el mismo sitio, el suelo tiembla bajo los pies de Cole Porter. Tierra soñada.

Kevin Kline y Ashley Judd, en 'De-Lovely'.

Entre 'De-Lovely' y el Hotel Pez Espada

Frank Sinatra y Cole Porter están considerados como auténticas leyendas americanas. Y ambos son, sin duda, parte del patrimonio cultural más importante del siglo XX. En 2004, el productor Irwin Winkler (su nombre está detrás de joyas como 'Toro Salvaje', 'Rocky' o 'El irlandés') dirigió la película 'De-Lovely', un biopic que cuenta la intricanda vida de Cole Porter, interpretado por Kevin Kline, acompañado por Ashley Judd y Jonathan Pryce, entre otros. La cinta es una magnífica manera de descubrir y bucear en el talento musical del americano.

Sobre Sinatra, obviamente, es mucho más fácil encontrar libros, películas y hasta menciones en series de televisión. Sin embargo, hay una novela que nos pilla de cerca:'Sinatra:nunca volveré a este maldito país', de Francisco Reyero. El libro cuenta el suceso que tuvo lugar en 1964, en el Hotel Pez Espada de Torremolinos, donde se alojó Sinatra para rodar una película. El artista terminó en prisión tras una trifulca con unos periodistas y juró que nunca volvería a España. Una promesa que duró hasta 1986, cuando ofreció un último concierto en el Santiago Bernabéu que, por cierto, fue un fiasco:no consiguió llenar el estadio.

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