Larga vida al rey: La vida de Nat King Cole - en.culturess.com
https://en.culturess.com/view/?id=nat-king-cole-facts-es-cul&layout=appNat King Cole, uno de los cantantes de jazz más reconocidos de Estados Unidos, fue el genio de canciones tan queridas como Smile, Unforgettable y The Christmas Song. Un verdadero icono, Cole llegó al estrellato cuando la desigualdad racial era la norma.
Aun así, cruzó la línea divisoria entre el blanco y el negro, divirtiendo a gente de todas las clases sociales a pesar de los brutales ataques y las duras críticas. Para entender su frase "sonríe porque te duele el corazón", sigue leyendo.
Un amor innato por la música
Nacido en el corazón del sur en 1919, Nathaniel Adams Coles vivió con su familia en Montgomery, Alabama, durante una época en la que los linchamientos y las palizas por motivos raciales eran algo cotidiano. A pesar del hostil entorno exterior, el interior del hogar de la familia Coles estaba siempre lleno de vida y amor.
El don natural del pequeño Nat para la música se hizo evidente a los cuatro años, cuando empezó a tocar el órgano que su madre tocaba en la iglesia. Ese mismo año, la familia empacó sus pertenencias y se dirigió al norte, a Chicago, para escapar de los prejuicios cada vez mayores de su ciudad natal. Mientras su padre predicaba en la iglesia baptista local, Nat siguió experimentando con la música y ganó su primer concurso de talentos a los diez años. Dos años más tarde, comenzaron sus clases oficiales.
La música reveló su lado rebelde
A los 12 años, Nathaniel comenzó a recibir clases de música completas que le permitieron conocer desde el jazz y el gospel hasta las piezas clásicas de Johann Sebastian Bach. Aunque le gustaban todos los géneros, las alegres melodías del jazz pronto se convirtieron en sus favoritas. Mientras asistía al Wendell Phillips High School, Nat aprovechó la oportunidad de participar en el programa de música de Walter Dyett en DuSable. Allí conoció a otros adolescentes igual de apasionados por el jazz.
Aunque Nathaniel era un niño inteligente y normalmente bien educado, su amor por la música y sus nuevos compañeros inspiraron su lado rebelde. Sin que sus padres lo supieran, Nat se escapaba para ver a sus músicos favoritos en los clubes locales. Sentado en las escaleras de los bares de mala muerte, se deleitaba con las melodías de jazz de artistas legendarios como Louis Armstrong, Earl Hines y Jimmie Noone.
La música le dio confianza
La creciente pasión de Nat por el jazz le inspiró a formar su propia banda con sus amigos. Los Rogues of Rhythm empezaron a tocar en cualquier local que los recibiera, a veces pagados con una comida y a veces sin nada. Pronto, su talento llamó la atención de la prensa, que le permitió desafiar a su ídolo del jazz, Earl Hines, en una batalla de bandas. Increíblemente, ¡los adolescentes vencieron a la leyenda! Se empezó a correr la voz de que Nat sabía tocar.
Por supuesto, los padres de Nat estaban muy orgullosos de su talentoso hijo. Aun así, su siguiente decisión les preocupó enormemente. Con su nuevo éxito, Nat anunció que dejaba oficialmente el instituto para irse de gira con la banda de su hermano, Eddie Cole's Swingsters. Emocionados y decididos, los hermanos dejaron su casa para acompañar al musical de Broadway "Shuffle Along".
Siguiendo su corazón
Cuando la gira de Shuffle Along en Chicago llegó a su fin, se pidió a ambos hermanos que continuaran la gira en la costa oeste. Esto fue inesperado, ya que su plan original era actuar con la orquesta y luego volver a tocar en los clubes nocturnos con su propia banda, Eddie Cole's Swingsters. Por supuesto, Eddie intentó convencer a su hermano de que se quedara en Chicago, pero Nat decidió seguir su corazón.
Nat se había enamorado de una bailarina de Shuffle Along llamada Nadine Robinson. Se trataba de una relación poco convencional, ya que él sólo tenía 17 años y ella una década más. A pesar de la influencia de su hermano y de la escandalosa diferencia de edad, Nat sólo quería estar con Nadine. Aceptó continuar la gira por la costa oeste y, al cabo de un año, la pareja se casó.
El Rey ha llegado
A los 18 años, Nat y su esposa se instalaron en Los Ángeles, donde encontró trabajo tocando el piano para varias grandes bandas en la escena local de los clubes nocturnos. Aunque Nat ya había barajado la idea de eliminar la "s" de su apellido, eso no era suficiente para destacar. Entonces, se le ocurrió una idea.A los 18 años, Nat y su esposa se instalaron en Los Ángeles, donde encontró trabajo tocando el piano para varias grandes bandas en la escena local de los clubes nocturnos. Aunque Nat ya había barajado la idea de eliminar la "s" de su apellido, eso no era suficiente para destacar. Entonces, se le ocurrió una idea.
El gerente de un bar se acercó a Nat y le pidió que formara su propia banda para actuar en el local. Después de encontrar un bajista y un guitarrista para acompañar su forma de tocar el piano, se les ocurrió el nombre de King Cole Swingsters, que luego cambiaron por el de King Cole Trio. El trío, que recibió el nombre de la canción infantil Old King Cole, dominaba el escenario, siendo Nat la estrella más brillante al piano. Sin embargo, muy pronto revelaría otro talento que había mantenido oculto.
Una petición de borrachera
A estas alturas, Nat estaba considerado como uno de los mejores pianistas de la escena del jazz de Los Ángeles, lo que convirtió al King Cole Trio en una gran atracción. Sus actuaciones incluían medleys de jazz y éxitos clásicos, aunque los músicos también aceptaban peticiones. En esta época, Nat sólo cantaba una o dos líneas como refuerzo, dejando que sus compañeros de banda hicieran la mayor parte de las voces.
Pues bien, una noche, un cliente excesivamente servicial se acercó exigiendo que Nat cantara. Sabiendo que las voces eran cantadas principalmente por sus compañeros de banda, el pianista hizo un gesto en su dirección. Esto no apaciguó al borracho, sino que le hizo insistir más en que Nat tomara la iniciativa. Con la esperanza de mantener la paz, Nat cantó su interpretación de Sweet Lorraine, sorprendiendo a todo el público con su voz de terciopelo. Las peticiones siguieron llegando, y antes de que se diera cuenta, Nat era el nuevo cantante principal.
Haciendo historia
A finales de los años 30 y principios de los 40, la radio era la principal fuente de entretenimiento nocturno para las familias estadounidenses. Como cantante, conseguir un puesto en la radio podía catapultar tu carrera. Desgraciadamente, para la gente de color, las leyes de segregación limitaban sus posibilidades de exposición. Eso cambió en 1946. Debido a su popularidad y talento, la banda de Nat consiguió un programa de radio de 15 minutos llamado King Cole Trio Time, el primer programa patrocinado por músicos negros.
Su anuncio de 15 minutos atrajo la atención nacional sobre el Trío, y pronto los miembros obtuvieron un contrato con Capitol Records. Entre 1946 y 1948, el grupo se mantuvo ocupado grabando transcripciones para el sello. Con éxitos como Route 66 y The Christmas Song, fueron invitados a aparecer en numerosos programas sindicados, como The Chesterfield Supper Club y Swing Soiree.
Criticado como un vendido
Con el despegue de su carrera, Nat reflexionó sobre su formación y empezó a combinar géneros musicales para crear éxitos como (Get Your Kicks on) Route 66, For Sentimental Reasons y Nature Boy. Mientras que las canciones orientadas al pop eran populares entre los consumidores, los músicos de jazz se volvieron cada vez más críticos, calificando al cantante de vendido que sólo hacía música para obtener beneficios comerciales.
Nat se mantuvo relativamente impasible ante las acusaciones de sus compañeros de profesión. Estaba orgulloso de la música que grababa y siguió combinando elementos del jazz con otros géneros como la música clásica y el rock. Después de sus lanzamientos pop, sorprendió a su público con un álbum de jazz puro titulado After Midnight, para mantener a sus críticos en vilo. Nat King Cole ya no estaría confinado en una caja musical.
Demasiadas tentaciones
La nueva fama de Nat le mantuvo más ocupado que nunca. Cuando no estaba grabando o apareciendo en anuncios de radio, el cantante salía de gira para tocar en clubes nocturnos de todo el país. Sí, la fama tenía sus ventajas, pero también causaba problemas entre Nat y Nadine. Viajar por todo el país significaba que la estrella nunca estaba en casa. Lamentablemente, en su matrimonio, la ausencia no hizo que el corazón se hiciera más cariñoso.
Nat King Cole era un músico de increíble talento que además era extremadamente guapo. Las fans acudían en masa a sus espectáculos y se ponían a su disposición si necesitaba compañía. Por supuesto, Nat aprovechaba al máximo esta gran oportunidad. Mientras tanto, Nadine estaba en casa, preocupada por la tentación que rodeaba a su marido. Aunque rezaba para que sólo tuviera una o dos aventuras, una nota de amor de otra mujer en su bolsillo confirmó su mayor temor.
Amor a primera vista
Los encuentros de una noche sin sentido terminaron abruptamente cuando Nat conoció a Maria Hawkins en el Club Zanzíbar de Nueva York. Una cantante de jazz contratada como telonera, la deslumbrante mujer dejó a Nat boquiabierto a primera vista. Ya no importaba que él y Nadine hubieran acordado formar una familia a su regreso, y no le preocupaba que ella hubiera abandonado su carrera. Lo único que importaba era convencer a María de que se quedara a su lado.
No fue una venta difícil. Tras unas copas y una animada conversación, Nat invitó a María a acompañarle en la gira. Ahora bien, María sabía que él estaba casado, e incluso dijo más tarde que se sentía culpable por pasar tiempo con el hombre de otra mujer. Aun así, tras una rápida parada para comprar un cepillo de dientes, la nueva pareja siguió su camino. Para Nat, fue amor a primera vista y el fin de su matrimonio.
Se movió rápido
Nat King Cole estaba felizmente enamorado de otra mujer y desesperado por casarse con ella. Tras darle la noticia a la pobre Nadine, Nat solicitó el divorcio y se trasladó a Nueva York para esperar con María hasta que los papeles estuvieran finalizados. El 22 de marzo de 1948, quedó oficialmente libre de su primer matrimonio. Sólo seis días después, volvía a dar el "sí, quiero".
La boda de la pareja fue un gran acontecimiento, el segundo más grande en la historia de Harlem a partir de 1948. La ceremonia tuvo lugar en la Iglesia Bautista Abisinia, seguida de una extravagante recepción con cientos de invitados en el Belmont Plaza. Lamentablemente, el Belmont fue la segunda opción de María para el lugar de celebración; su lugar ideal rechazó injustamente su petición por el color de su piel. Sin embargo, esta no fue la mayor decepción del día.
Se levantó en su gran día
María consideraba a su tía Charlotte Hawkins Brown como su figura materna, ya que la crió durante la mayor parte de su vida. Debido a su riqueza, sus privilegios y sus prestigiosos estudios, Charlotte se consideraba miembro de la élite negra, una clase superior a la de la persona media de color. Para ella, con o sin fama, Nat King Cole no era lo suficientemente bueno para María. Su piel era demasiado oscura, nunca fue a la universidad yde todos los lugares posibles, era de Alabama.
Su desaprobación tuvo un gran alcance. No sólo Charlotte boicoteó la boda, sino que también convenció a otros miembros de la familia de María para que no asistieran. Por muy decepcionante que fuera su ausencia, la pareja estaba encantada de ser marido y mujer. Por desgracia, después de su luna de miel de ensueño en México, su realidad de vuelta a casa se convirtió en una pesadilla.
Una ruda bienvenida
Para empezar su nueva vida juntos, Nat y su esposa compraron una hermosa casa en uno de los barrios más ricos de Los Ángeles, Hancock Park. Aunque eran la única pareja negra que vivía en ese prestigioso lugar, Nat había llegado a un punto en su exitosa carrera en el que su música había traspasado la gran brecha racial.
Por desgracia, tanto a los vecinos racistas como al Ku Klux Klan no les importó. Vieron el color de su piel como una invitación a la violencia. Antes de que sus cosas estuvieran siquiera fuera de las cajas, el KKK organizó una cruz en llamas en el patio trasero de la pareja. Sus vecinos no fueron diferentes; celebraron el acto racista y comenzaron a planear sus propios ataques.
Etiquetado como indeseable
Los residentes blancos de Hancock Park decidieron continuar con la intimidación y el acoso que el Ku Klux Klan había iniciado. Nat y María soportaron un trato horrible, incluyendo el envenenamiento de su querido perro y disparos dirigidos a sus ventanas. Aun con todo, se negaron a marcharse. En lugar de ello, María convirtió la casa en un hogar, decorando tanto el interior como el exterior para asegurarse de que los vecinos comprendieran su resistencia.
La batalla del patio trasero continuó. En una reunión de propietarios, un vecino blanco obviamente descontento se levantó y ladró que no querían que ningún "indeseable" tuviera una propiedad allí. Sabiendo perfectamente que el comentario iba dirigido a él, Nat se apresuró a replicar: "Yo tampoco. Y si veo a alguien indeseable entrar aquí, seré el primero en quejarse".
Racismo en el país y en el extranjero
Mientras que Nat y Maria parecían tener controlada la lucha contra los intolerantes en su propio patio, cuando él viajaba al extranjero por trabajo, se sentía impotente. En 1956, fue contratado para trabajar en Cuba en el Tropicana Club. Cuando intentó pagar una habitación en el Hotel Nacional de Cuba, en La Habana, se le negó por el color de su piel.
Conseguir alojamiento era la menor de sus preocupaciones. La primera gira europea del cantante fue un completo fracaso. Aunque sus baladas románticas habían traspasado las líneas de color en Estados Unidos, los europeos estaban tan escandalizados por el color de su piel que ni siquiera escuchaban la música que interpretaba. Todo lo que Nat quería era volver a la comodidad de su hogar y de su esposa. No sabía que allí le esperaba un problema aún mayor.
Por los pelos
Cuando Nat King Cole regresó por fin a casa tras su decepcionante gira, se encontró con una noticia devastadora. Mientras estaba fuera, María recibió la noticia de que Hacienda se disponía a embargar su casa por impago de impuestos. Hay quienes han especulado que la agencia gubernamental puso sus ojos en Nat y María como un favor a sus ricos vecinos intolerantes. Sea cual sea el motivo, había que hacer frente a la amenaza.
Nat y Maria recurrieron a la buena de la tía Charlotte para conseguir una parte de los fondos y obtuvieron el resto aceptando un adelanto de Capitol Records. Una vez pagadas las sanciones fiscales, la pareja conservaría su casa y Nat podría volver a trabajar.
Cantando a multitudes segregadas
Aunque las injustas leyes de segregación se abolirían en vida de Nat, la mayoría de los locales sólo permitían el acceso al público blanco en el apogeo de su carrera. A pesar de la evidente discriminación, aceptó actuar con la esperanza de que su música inspirara a los clientes blancos a verle por algo más que su color. Los artistas negros que boicoteaban estos locales veían a Nat King Cole como un traidor sin saber lo que ocurría entre bastidores.
Por fuera, Nat presentaba un comportamiento tranquilo cuando se enfrentaba al racismo. Eso no significaba que no hiciera su parte para luchar contra la discriminación. En varias ocasiones, a Nat se le negó el alojamiento por el color de su piel, a pesar de que tenía previsto actuar en el hotel. Aunque se marchó tranquilamente, más tarde demandó al hotel por discriminación y ganó. En un momento dado, boicoteó toda la ciudad de Las Vegas hasta que aceptaron cambiar sus políticas.
Se volvió un objetivo
Durante el apogeo del movimiento por los derechos civiles, Nat experimentó una llamada de atención casi fatal que le sacudió hasta el fondo. Mientras actuaba ante un público exclusivamente blanco en Birmingham en 1956, varios hombres se abalanzaron sobre el escenario y le agredieron físicamente. Por suerte, la seguridad estaba en el lugar e intervino antes de que Nat recibiera una paliza demasiado fuerte. A medida que la policía investigaba, se fueron desvelando datos inquietantes.
Descubrieron que el ataque tuvo su origen en la difusión de fotos con Nat y sus fans blancas. Aunque se acusó a seis hombres, los detectives pronto supieron que podría haber sido mucho peor. Los atacantes revelaron que 150 hombres estaban preparados para asesinar al cantante una vez que los seis originales lo secuestraran. La respuesta de Cole enfureció a la comunidad negra. Dijo: "No puedo entenderlo... No he participado en ninguna protesta. Tampoco me he unido a ninguna organización que luche contra la segregación. ¿Por qué iban a atacarme?".
Ser diplomático tiene consecuencias
Nat condenó públicamente el ataque, pero en su siguiente aliento también dijo que no guardaba ninguna ira o rencor hacia los hombres responsables. La comunidad negra encontró su respuesta demasiado tranquila y diplomática. El hecho de que no se enfureciera ante su flagrante odio sólo hizo que otras personas de color lo consideraran un privilegiado. Thurgood Marshall dio un paso al frente y declaró públicamente que Nat era un Tío Tom, llegando a decir que debería actuar con un banjo.
Marshall tampoco fue el único que criticó la suave respuesta de Nat. La prensa negra publicó declaraciones de líderes del movimiento por los derechos civiles condenando la actitud displicente de Nat. Al mismo tiempo, la comunidad de Harlem le llamó traidor y retiró sus selecciones de las máquinas de discos. La reacción fue una llamada de atención para el cantante, que decidió unirse al movimiento.
Uniendose a la causa
El cruel ataque de Birmingham, Alabama, inspiró una serie de cambios en la vida de Nat King Cole. En primer lugar, juró no volver a actuar en su estado natal. Pero, sobre todo, Nat sabía que tenía que cambiar su mentalidad. Aunque había pensado ingenuamente que podía reducir la brecha racial con su música, Nat sabía ahora que tenía que hacer algo más.
Humillado por las duras críticas de la prensa, Nat se unió a otros artistas negros que boicoteaban los locales segregados. Luego se hizo miembro oficial de la NAACP y empezó a participar activamente en manifestaciones como la Marcha sobre Washington para apoyar el movimiento de los derechos civiles. Cuando se propuso marcar la diferencia para la comunidad negra, sólo se encontró con más discriminación.
Otro momento histórico
Nat King Cole volvió a hacer historia en 1956. The Nat King Cole Show debutó en la NBC como el primer programa de televisión que destacaba el éxito y el talento de un hombre negro. Por supuesto, el programa presentaba el estilo musical del cantante, pero también daba la bienvenida a otros numerosos artistas tanto negros como blancos. Esto fue un gran acontecimiento para la gente de la comunidad negra. Por una vez, una persona de color aparecía en la pantalla de la televisión sin representar un papel estereotipado y discriminatorio.
Aun así, Nat estaba limitado en sus interacciones con los invitados debido a los supuestos prejuicios de un público blanco. El cantante podía mostrarse juguetón con sus invitadas negras, como Ella Fitzgerald y Eartha Kitt, bailando, riendo y abrazándose con naturalidad. Sin embargo, si recibía a una mujer blanca en su escenario, una barrera física, como un piano, debía interponerse entre ellos.
Él supo cuando parar
El Nat King Cole Show comenzó como un programa de 15 minutos en 1956 y en el primer año se amplió a media hora completa. Como el programa era tan innovador para la gente de color, a Nat le acompañaban a menudo grandes nombres del mundo del espectáculo como Harry Belafonte, Tony Bennett, Mel Tormé, Ella Fitzgerald, Eartha Kitt y Peggy Lee. A pesar del poder de las estrellas del programa, la cadena tuvo problemas para conseguir patrocinadores.
De hecho, durante toda la duración del programa, la cadena sólo pudo conseguir un patrocinador regional, la cerveza Rheingold. Nunca se encontraron patrocinadores nacionales, por lo que la cadena tuvo que asumir todos los costes. Después de 68 episodios, el propio Nat retiró el programa, diciendo que "Madison Avenue tiene miedo a la oscuridad".
El amor por la lengua
En el apogeo de su carrera, Nat King Cole fue el cantante mejor pagado del mundo. Su abultada nómina no era sólo el resultado de su aterciopelada voz, sino también de su capacidad para asimilar otras culturas cantando en su idioma. Aunque le costó ser aceptado en lugares como Europa y Cuba, a medida que su carrera avanzaba, Nat publicó álbumes que literalmente hablaban a la gente de esos países.
El cantante publicó canciones grabadas en alemán, japonés, italiano y su idioma favorito, el español. Curiosamente, Nat no tenía facilidad para aprender idiomas. Como aprendía fonéticamente, su español a menudo resultaba americanizado e inexacto. A la gente de Cuba no le importaba. Les gustaba tanto su música que incluso cantaban con él, pronunciando mal las mismas palabras del álbum.
Ramificandoce
El cierre de su propio programa no impidió a Nat King Cole buscar otras oportunidades delante de la cámara. El cantante se desenvolvía con naturalidad en el escenario, ya fuera cantando una canción o interpretando un papel. Aunque actuó en Broadway y en numerosas comedias y series de televisión, su papel más destacado fue el de W.C. Handy en la película St. Louis Blues.
Nat y el hombre en el que se basaba su personaje tenían mucho en común. Ambos habían nacido en Alabama, tenían padres que predicaban el evangelio y se convirtieron en músicos profesionales muy respetados. Aunque Nat sólo tenía cuarenta años, sus carreras como cantante y actor habían alcanzado cotas que él nunca pudo soñar. Y lo único que quería era seguir creando.
Un cruel giro del destino
Por desgracia, la vida estaba a punto de dar un giro cruel. Nat King Cole era fumador, lo había sido desde los 14 años. A finales de los años 50, el hábito empezó a pasarle factura. Durante una actuación, el cantante parecía visiblemente enfermo, hasta el punto de que uno de sus asistentes insistió en que fuera directamente al hospital en lugar de terminar el espectáculo. Tras un examen exhaustivo, a Nat se le diagnosticó una úlcera sangrante y se le dieron instrucciones para que dejara de fumar durante nada menos que tres meses.
Así que eso fue lo que hizo: dejó el hábito durante tres meses precisamente. Aunque los médicos le sugirieron que lo dejara del todo, el cantante estaba convencido de que fumar cigarrillos mejoraba su voz añadiéndole un elemento ronco. Cuando le dijeron que la úlcera se había curado, Nat volvió a las andadas.
Un diagnóstico devastador
En 1964, era evidente que Nat necesitaba volver a visitar al médico. Su extrema pérdida de peso y su dolor de espalda crónico llegaron a ser tan debilitantes que se desplomó fuera del escenario tras una actuación en un hotel de Las Vegas. Aun así, el obstinado cantante evitó la atención médica. No fue hasta que cayó enfermo durante un espectáculo en San Francisco cuando Nat hizo caso al consejo de su equipo de ir al hospital.
Después de ser ingresado para realizar una serie de pruebas, Nat volvió a casa pensando que tenía otra úlcera sangrante. Lamentablemente, cuando encendió la radio esa misma noche, escuchó la sombría noticia de que le habían diagnosticado cáncer. Su hábito le había hecho más daño del que podía imaginar. Tras saber que sólo le quedaban unos meses de vida, Nat volvió a trabajar para terminar su último álbum, L-O-V-E.
Un último escándalo
Lo creas o no, el último álbum de Nat, L-O-V-E, puede que no haya sido escrito como una dedicatoria a su esposa, María. No, no, el Sr. Cole tenía un último escándalo en la manga. Durante su gira de 1963 para su espectáculo Sights and Sound, el cantante conoció a Gunilla Hutton, una bailarina de apoyo blanca. De nuevo, al estar de gira, Nat cayó en la trampa de no ver, no pensar. Rápidamente se olvidó de su mujer en casa y se enamoró de la bailarina rubia.
Cuando llegó a los últimos días de su cáncer, su aventura se convirtió en una amenaza para su matrimonio. Mientras estaba postrado en el hospital, Nat hizo arreglos para enviar a su amante el equivalente a 40.000 dólares actuales. Claramente intentaba mantener a Hutton tras su fallecimiento. Esa ganancia de dinero le dio a su amante la confianza que necesitaba para revelar su oscuro secreto.
Demasiado poco y demasiado tarde
A medida que Nat se debilitaba a causa del cáncer, Hutton dejó clara su desesperación por cuidar de él llamando directamente a María. Después de entrar en detalles sobre la aventura con su marido, Hutton le dijo audazmente a María que se divorciara de él. Por supuesto, Maria fue directamente a la cabecera de Nat para confrontarlo sobre la hiriente admisión de su amante. El cantante moribundo admitió su culpabilidad, expresó una sincera disculpa y le puso fin a su relación con Hutton.
No era un intento de buscar la absolución; Nat estaba decidido no sólo a cambiar, sino también a vivir. Juró dejar de fumar e hizo planes para advertir a otros de sus efectos devastadores una vez que se recuperara. Renovó su fe en Dios y rezó a diario en la capilla del hospital. Sus acciones y su optimismo incluso inspiraron a su publicista a anunciar que Nat volvería a trabajar. El problema era que su salud seguía empeorando.
Solo los buenos mueren jóvenes
A pesar de procedimientos drásticos como la terapia con cobalto y la extirpación quirúrgica de su pulmón izquierdo, Nat King Cole perdió su batalla contra el cáncer el 15 de febrero de 1965, a los 45 años. El día de San Valentín, un día antes, Nat y María dieron un último paseo en coche por los acantilados del mar.
El fallecimiento de la leyenda dejó a la familia, los amigos y los fans de luto. Más de 400 personas asistieron a su funeral en la iglesia episcopal de St. James, y miles se congregaron en la calle. Jack Benny pronunció el panegírico, diciendo: "Nat Cole fue un hombre que dio mucho y aún tenía mucho que dar. Lo dio en forma de canciones, de amistad con el prójimo, de devoción por su familia. Fue una estrella, un éxito tremendo como artista, una institución. Pero fue un éxito aún mayor como hombre, como marido, como padre, como amigo".
Sigue triunfando en las listas de éxitos
El legado de Nat King Cole sigue vivo a través de su música. Curiosamente, cuando al cantante se le propuso por primera vez cantar su famosa canción Mona Lisa, no era un fanático. Por suerte, sus asesores le convencieron para que le diera su propio giro. Después de añadir su magia, Mona Lisa se convirtió en uno de sus mayores éxitos, manteniéndose en la cima de las listas de Billboard durante la friolera de cinco semanas. A su muerte, la canción sobre la que tenía tantas dudas entró en el Salón de la Fama de los Grammy.
Este no fue el único reconocimiento que recibió Nat King Cole tras su muerte. Poco después de su fallecimiento, las ventas de sus discos se dispararon, superando rápidamente el millón de copias vendidas. Varios álbumes recibieron Grammys póstumos, mientras que el propio artista ganó el prestigioso premio a la Trayectoria. Si bien su música obtuvo múltiples premios, su influencia y sus contribuciones se convirtieron en su mayor legado.
Su mayor regalo
Aunque sólo vivió 45 años, Nat King Cole está considerado como uno de los artistas más consumados de la historia. Ha sido incluido en el Salón de la Fama del Jazz, el Salón de la Fama de los Compositores Latinos, el Salón de la Fama del Rock and Roll, el Salón de la Fama del Rhythm and Blues y el Salón de la Fama de la Música de Alabama. A día de hoy, su éxito en Capitol Records aún no ha sido igualado. Con todo esto dicho (y es muy impresionante), el mayor regalo que Nat dejó fue su hija Natalie Cole.
Aunque el cantante disuadió a su hija de seguir sus pasos, Natalie se convirtió en una cantante y actriz de éxito por derecho propio. Ha recibido nueve Grammys, tres de los cuales fueron concedidos por su dúo de la canción Unforgettable de su padre. E inolvidable es.
Cole fue uno de los varios músicos afroamericanos revolucionarios cuyas creaciones cambiaron el mundo. Otro músico importante es el legendario Ray Charles, que superó los límites físicos y raciales en su camino hacia el éxito.
Hit the Road - la vida de Ray Charles
Ray Charles era conocido por muchos nombres: "El padre del soul", "El genio" y "El sumo sacerdote del soul", pero bajo la sonrisa y las sombras, vivió una vida trágica. A los cinco años, vio ahogarse a su hermano pequeño. A los siete años estaba ciego. Sin embargo, contra todo pronóstico, luchó duramente para convertirse en un pianista y cantante magistral, creando música soul por el camino.
Sin embargo, sus demonios y pesadillas de la infancia le atormentaron tanto que se dedicó a la heroína y a la prostitución. Así pues, señoras y señores, prepárense para echar un vistazo a la desgarradora vida de este genio de la música.
Al principio
La madre de Ray Charles era Aretha Robinson, de 15 años. Su padre era Bailey Robinson, que ya estaba casado con Mary Jane Robinson. Como Aretha era huérfana, Mary Jane y Bailey Robinson la adoptaron informalmente. Luego, el padre adoptivo Bailey dejó embarazada a su hija "adoptada" Aretha. Así que, ahora están todos al tanto...
Ray Charles Robinson nació el 23 de septiembre de 1930. Poco después, su padre, Bailey, abandonó a la familia. Charles recordaba: "El viejo no formaba parte de mi vida. Era un tipo alto, lo recuerdo. Pero apenas estaba... Él era tan grande y ella tan pequeña que la gente a menudo los confundía como padre e hija". Así que Mary Jane -que había perdido recientemente un bebé- ayudó a Aretha a criar a Ray y a su hermano pequeño, George.
Juventudes Musicales
Cuando Charles tenía tres años, el propietario del Red Wing Cafe de Wylie Pitman empezó a tocar boogie-woogie en un viejo piano vertical. El niño se enganchó al instante y Wylie le enseñó a Charles a tocar. Entonces, un día, Ray y George estaban tocando cuando George se cayó en la bañera de la lavandería de su madre. Ray no pudo sacar a su hermano de la bañera, agobiado por la ropa enjabonada, y corrió a buscar a su madre. Cuando ella llegó, el pequeño George ya estaba muerto.
Tras el trágico ahogamiento de su hermano, Ray desarrolló un glaucoma y empezó a perder la vista. A los siete años, estaba completamente ciego, pero su madre le dijo: "Eres ciego, no eres tonto; has perdido la vista, no la cabeza". Por ello, nunca sintió su ceguera como una desventaja, llegando a ser ferozmente autosuficiente y negándose rotundamente a usar un bastón o a tocar la guitarra por su asociación con los sufridos y cansados cantantes de blues como Blind Tom Wiggins y Blind Lemon Jefferson. Sin embargo, aunque se tomó su discapacidad de forma positiva, el sentimiento de culpa por no haber podido rescatar a su hermano hizo que Ray desarrollara una personalidad oscura y a veces bulliciosa. Su posterior consumo de drogas fue su forma de detener las pesadillas recurrentes.
Escuela de música
Aretha estaba decidida a dar a su hijo el mejor comienzo en la vida, así que encontró una escuela que aceptara a un alumno afroamericano ciego. Entre 1937 y 1945, Ray fue a la Escuela para Sordos y Ciegos de Florida. Le pareció ridículo que segregaran a niños blancos y negros que ni siquiera podían verse, y llevó consigo esta neutralidad hacia la raza durante el resto de sus días. Su profesora de música, la señora Lawrence, le enseñó a los pianistas clásicos -Mozart, Chopin, J.S. Bach y Beethoven-, además del saxofón, la trompeta y el clarinete. Y lo que es más importante, le enseñó a leer música en braille.
A los 12 años, Ray perdió la virginidad con una joven de 20 años, iniciando un patrón preocupante. Más adelante, declaró: "Los cigarrillos y la heroína son los dos hábitos verdaderamente adictivos que he conocido. Podría añadir las mujeres... Mi obsesión se centra en las mujeres; lo hacía entonces y lo hace ahora. No puedo dejarlas solas..." como veremos, una y otra vez.
La tragedia golpea
La madre de Ray, Aretha, murió en 1945, y, como su padre había fallecido unos años antes, Ray era ahora huérfano. Admitió que perder a su hermano y a su madre fueron las dos mayores tragedias de su vida. El joven de 14 años asistió al funeral de su madre, pero nunca volvió a la escuela. En su lugar, se dirigió a Jacksonville para tocar el piano para grupos en el Teatro Ritz antes de hacer una gira por el Circuito Chitlin, una especie de Libro Verde de locales del Sur profundo donde los artistas afroamericanos podían actuar con seguridad.
A los 16 años se trasladó a Orlando, donde era tan pobre que a menudo pasaba días sin comer. Las cosas mejoraron en Tampa, donde hizo sus primeras grabaciones en el molde de Nat King Cole y Charles Brown. Pero su carrera despegó finalmente en Seattle en 1948, cuando conoció a Quincy Jones, de 15 años. Los dos se convirtieron en amigos y colaboradores de por vida. Al poco tiempo, Charles fumaba marihuana, ya que le habían hecho creer que la droga ayudaba a los músicos a explotar su creatividad. Pero era una pendiente resbaladiza, porque al cabo de un año, Ray Charles ya consumía heroína.
Ray Bans
A medida que Ray desarrollaba sus habilidades, abandonó su apellido para evitar la confusión con el famoso boxeador Sugar Ray Robinson. Con su amigo Gossie McKee a la guitarra, Milton Garrett al bajo y Ray tocando el piano, el trío McSon -una abreviatura de McKee y Robinson- tocaba el turno de noche en el Rocking Chair. De día, Charles también arreglaba "Ghost of a Chance" de Cole Porter y "Emanon" de Dizzy Gillespie.
Cuando el trío McSon se hizo sus primeras fotos publicitarias, Gossie McKee hizo que un artista retocara las imágenes, pintando gafas de sol sobre los ojos de Ray Charles. Como resultado, el pianista cantante empezó a llevar gafas de sol mientras actuaba. En años posteriores, otros músicos ciegos, como Roy Orbison y Stevie Wonder, seguirían su ejemplo llevando también gafas de sol.
Artista de grabación
En abril de 1949, Ray grabó su primer sencillo, "Confession Blues", que se convirtió en un éxito nacional, llegando al número dos de la lista de R&B de Billboard. Ese mismo año, tuvo su primera hija, Evelyn Robinson, con una mujer llamada Louise Flowers. Luego, en 1951, se casó con su primera esposa, Eileen Williams, pero el matrimonio sólo duró un año. Eileen y él no tuvieron hijos, pero pronto lo compensó.
Ray firmó con Swing Time Records y grabó "Baby, Let Me Hold Your Hand" y "Kissa Me Baby". La discográfica quebró en un año, por lo que Ahmet Ertegun, de Atlantic Records, compró su contrato. Entonces, Charles lanzó una cabalgata de éxitos: "The Midnight Hour"/"Roll", "Misery in My Heart"/"The Snow Is Falling", además de "Mess Around", "It Should've Been Me", "Don't You Know?" y "Sinner's Prayer". Todas ellas eran melodías cargadas de piano con letras de blues melancólico. Era el momento de que Ray Charles cambiara su estilo...
Mezcla de géneros
Los productores de Atlantic, Ahmet Ertegun y Jerry Wexler, animaron a Ray a ampliar su repertorio, y se sucedieron más éxitos mientras tintineaba los marfiles y jugueteaba con los géneros musicales. Influido por "It Must Be Jesus" de los Southern Tones, una de sus canciones más famosas, "I've Got a Woman", añadió el gospel y el jazz a su obra habitual de R&B.
Modernizó y sexualizó la música góspel, sustituyendo a Dios por su propia victima: las mujeres, lo que muchos estadounidenses consideraron un sacrilegio. La popular canción religiosa "This Little Light of Mine" se convirtió en "This Little Girl of Mine", mientras que "Hallelujah I Love Her So" hablaba del éxtasis casi religioso del enamoramiento. En 1954, Ray conoció a Della Beatrice "Bea" Howard en Texas. Rápidamente se casaron y tuvieron su primer hijo, Ray Charles Robinson Jr. Pero, como ya hemos oído, las mujeres no fueron el único vicio de Ray Charles.
Detención por heroína
En 1955, Ray Charles fue detenido cuando él y su banda fueron descubiertos entre bastidores con marihuana, una cuchara quemada, una jeringa y una aguja. En 1958, volvió a ser detenido en una esquina de Harlem por posesión de estupefacientes y equipo para administrar heroína. Desgraciadamente, las detenciones no sirvieron para disuadirle de consumir drogas; de hecho, su consumo no hizo más que aumentar a medida que se convertía en un artista de más éxito y con más dinero para quemar. Hablando de eso...
Ray Charles no sólo cantaba y tocaba blues. También tocaba jazz, como se escucha en su álbum The Great Ray Charles (1957). Por aquel entonces, no sólo era cabeza de cartel en locales negros como el famoso Apollo Theater de Nueva York, sino que también había cruzado la línea divisoria racial tocando en lugares como el Carnegie Hall y el Festival de Jazz de Newport. El hombre pronto se ganó el apodo de "El Genio" por su habilidad para mezclar múltiples géneros sin problemas, y la gente empezó a llamar a su estilo musical "música soul", tal y como lo popularizó...
A por el oro
Su disco más exitoso en Atlantic fue "What'd I Say?", que fusionaba R&B, gospel, jazz y un ritmo de rumba latina. Muchas emisoras de radio prohibieron la canción por su letra sexualmente sugerente, como "She knows how to shake that thing!", que era bastante picante en 1959. Sin embargo, se convirtió en su primer Disco de Oro. La leyenda dice que Charles improvisó la letra en un concierto en 1958 después de tocar toda su lista de canciones y quedarse sin más canciones.
En colaboración con el vibrafonista Milt Jackson, publicó el álbum de jazz lo-fi Soul Brothers en 1958. A continuación, Ray y Bea tuvieron su segundo hijo, David Robinson, y Ray contrató a un grupo de cantantes femeninas, The Cookies, pero las rebautizó como The Raelettes. No contento con dominar y fusionar con éxito tantos estilos y géneros musicales, en 1959 completó su éxito de crossover lanzando su primer tema de Country and Western: una versión de "I'm Movin' On" de Hank Snow. Pero los géneros musicales no eran lo único que mezclaba.
Funk, Soul, Country y Western, Big Band, Blues, Jazz
El contrato de Ray con Atlantic expiró en 1959, por lo que firmó con ABC-Paramount a cambio de un anticipo anual de 50.000 dólares (casi 500.000 dólares hoy en día), mayores derechos de autor y la eventual propiedad de sus cintas maestras. Inmediatamente lanzó el álbum de big band The Genius of Ray Charles y el de jazz Genius + Soul = Jazz. ¿Había algo que este hombre no pudiera hacer? Bueno, sí... mantenerse alejado de la heroína y mantener su Ray-Gun en su funda. En 1959, otra Raelette -Margie Hendricks- dio a luz al tercer hijo de Ray, Charles Wayne Hendricks.
Después de producir a otro chico -Robert Robinson, esta vez con su esposa Bea-, Ray lanzó su impresionante versión de "Georgia on My Mind" de Hoagie Carmichael, ganando cuatro premios Grammy en 1960. Siguió con el sencillo "Hit the Road Jack", que le valió otro Grammy. A continuación, los álbumes de jazz Soul Meeting y The Genius After Hours; además de un disco de blues, The Genius Sings the Blues. En 1961, Ray tuvo una segunda hija, Renee (seis hijos en total), esta vez con otra cantante de las Raelettes, Mae Mosely-Lyles.
Intervención divina
En noviembre de 1961, antes de salir al escenario, la policía registró la habitación de hotel de Ray en Indianápolis (Indiana) y descubrió heroína en el botiquín. El cantante admitió que era drogadicto desde los 16 años. Sin embargo, la policía no había conseguido las órdenes de registro correctas, por lo que el caso fue finalmente retirado. Esa no fue la única escapada afortunada de Ray.
A principios de la década de 1960, compró un Cessna 310 para su banda, que fue pilotado por el veterano afroamericano de las Fuerzas Aéreas Tom McGarrity. Lo creas o no, Tom a veces dejaba que Ray pilotara el avión. Mientras volaba de Luisiana a Oklahoma, el hielo cubrió completamente el parabrisas del avión y Tom perdió la visibilidad. El accidente parecía inevitable, pero Tom consiguió finalmente aterrizar el avión sin problemas. 'El Sumo Sacerdote del Alma' vio esta experiencia cercana a la muerte como una intervención espiritual de: "algo o alguien que los instrumentos no pueden detectar".
Tenemos ambos tipos de música... ¡Country y Western!
Su álbum de 1962 Modern Sounds in Country and Western Music Volumes 1 and 2 ayudó a acercar la música Country a las masas. Entonces, su versión de "I Can't Stop Loving You" de Don Gibson encabezó las listas de éxitos durante diez semanas. Ese mismo año, fundó su sello discográfico, Tangerine, y obtuvo importantes éxitos con "Busted" y "Take These Chains from My Heart". Los títulos de ambas canciones serían casi clarividentes, ya que la vida de Ray Charles estaba a punto de cambiar para mejor.
Pero primero, en 1963, tuvo una séptima hija, Sheila Raye Robinson, de Sandra Jean Betts. Después, en 1964, echó a Margie Hendricks de las Raelettes tras un romance de seis años que terminó en una enorme discusión pública.
Arrestado
La noche de Halloween de 1964, Ray fue detenido en el aeropuerto Logan de Boston por un cuarto y último cargo de posesión de heroína. Se internó en el hospital St. Francis de Los Ángeles, donde sufrió cuatro brutales días de abstinencia. Ray se declaró culpable de cuatro cargos de drogas, y los fiscales pidieron dos años de prisión.
Afortunadamente, el juez escuchó el relato del psiquiatra Dr. Hacker sobre la determinación de Charles para dejar la heroína, por lo que fue enviado al Hospital McLean de Massachusetts. Tras 17 largos años de adicción, Ray Charles se libró por fin de las drogas.
Recibió una sentencia de cinco años de suspensión, cuatro años de libertad condicional y una multa de 10.000 dólares. Tras un año en libertad condicional, volvió a las listas de éxitos con "I Don't Need No Doctor". Eso sí, necesitaba a su psiquiatra, Friedrich Hacker, que le introdujo en el juego del ajedrez, lo que le ayudó a dejar el hábito.
A pesar de que su siguiente single fue "Let's Go Get Stoned", consiguió mantenerse alejado de la heroína, pero "bebía sin reparos grandes cantidades de ginebra todos los días y fumaba grandes cantidades de hierba todas las noches".
Aquí vamos de nuevo
Puede que dejara la heroína, pero no pudo dejar su otro hábito: el sexo. En 1966, tuvo un octavo hijo, Reatha Butler -nombre de la madre de Ray- con Mary Chantal Bertrand. En 1967, lanzó la balada "Here We Go Again", que es lo que debió pensar su sufrida esposa Bea. Ese mismo año, tomó como amante a la cantante y compositora francesa Arlette Kotchounian. Luego, en 1968, tuvo una novena hija, Alexandra, también con Mary-Chantal.
Cuando llegó la década de 1970, el rock había usurpado el R&B y la música de Ray apenas se escuchaba en las emisoras de radio. Su álbum A Message from the People (Un mensaje del pueblo) se orientó hacia un sonido soul progresivo más popular, y los fans se deleitaron con su versión gospel de "America the Beautiful" y una serie de canciones de protesta sobre la pobreza y los derechos civiles. En 1973, Margie Hendricks murió de una sobredosis de heroína. Tenía 38 años. Ray cuidó de su hijo Charles hasta el día de su muerte.
A la undécima va la vencida
En 1974, cuando uno de los mayores fans de Ray -Richard Nixon- abandonó la Casa Blanca, Charles dejó ABC Records y grabó discos en su propio sello, Crossover Records. Su versión de "Living for the City" de Stevie Wonder ganó otro Grammy en 1975. Después, tras 22 largos años y tres hijos en común, el matrimonio de Ray y Bea terminó en un agrio divorcio en 1976.
En 1977, Ray volvió a firmar con Atlantic Records y se reunió con Ahmet Ertegun. Grabó el álbum True to Life y, en noviembre, presentó el programa Saturday Night Live. Ah, y tuvo un décimo hijo, Vincent Kotchounian, con su amante parisina Arlette Kotchounian. Luego tuvo su undécimo hijo, Robyn Moffett, con Gloria Moffett en 1978.
Uno para el camino
En 1979, Georgia hizo su versión de "Georgia on My Mind", su canción estatal, y Ray Charles hizo una poderosa y emotiva interpretación de la canción en el pleno de la legislatura estatal. A continuación, apareció en The Blues Brothers (1980) con los ex alumnos de SNL John Belushi y Dan Ackroyd y los músicos Cab Calloway, John Lee Hooker, Aretha Franklin y James Brown. La película ayudó a provocar un renacimiento del Rhythm and Blues.
Tras sobrevivir a un accidente aéreo en 1985, Ray cantó en el single benéfico "We Are The World", pero empezaba a mostrar signos de vejez. Sin embargo, aún podía tener un hijo más. Su duodécimo y último hijo fue Ryan Corey Robinson den Bok, nacido de Mary Anne den Bok en 1987. Ese mismo año, Ray fue galardonado con el premio Grammy Lifetime Achievement Award. Siguieron más premios, pero cincuenta años de actuación, heroína, ginebra, cigarrillos y de ser mujeriego acabaron por pasarle factura, y su salud empezó a decaer con el cambio de siglo.
Muerte
En 2002, mientras mantenía una relación duradera con Norma Pinella, Ray reunió a diez de sus doce hijos. Los había reunido para revelarles que tenía una enfermedad terminal, y había colocado 500.000 dólares en fideicomisos para cada uno de ellos si renunciaban a reclamar su patrimonio tras su muerte. En 2003, el cantante se sometió a una prótesis de cadera con éxito y planeaba hacer una gira antes de que se le diagnosticara una enfermedad hepática alcohólica y hepatitis C.
Ray Charles murió de insuficiencia hepática en su casa de Beverly Hills el 10 de junio de 2004. Tenía 73 años. Su funeral se celebró en la Primera Iglesia Metodista Episcopal Africana de Los Ángeles, con la asistencia de muchos amigos y figuras de la música. B.B. King, Stevie Wonder y Glen Campbell le rindieron tributo en el funeral. Fue enterrado en el cementerio de Inglewood Park, pero su legado sigue vivo.
Legado
La pasión, la musicalidad y la mezcla de géneros de Ray Charles no sólo ayudaron a crear la música soul, sino que también influyeron en un número sorprendente de músicos, desde Elvis Presley, Aretha Franklin, Stevie Wonder, Van Morrison, James Booker, Steve Winwood, Gregg Allman, hasta Roger Waters de Pink Floyd.
Joe Levy, de la revista Rolling Stone, escribió: "Los discos de éxito que grabó para Atlantic a mediados de la década de 1950 trazaron todo lo que sucedería con el rock 'n' roll y la música soul en los años siguientes". Frank Sinatra lo llamó "el único verdadero genio del mundo del espectáculo". Billy Joel se explayó líricamente: "Esto puede sonar a sacrilegio, pero creo que Ray Charles fue más importante que Elvis Presley". Aretha Franklin le llamó "la voz de toda la vida".
Rayo de luz
En octubre de 2004 se estrenó la película biográfica Ray. La película pasa por alto el lado oscuro y la promiscuidad de Ray, pero el actor Jamie Foxx encarnó milagrosamente la energía, el bullicio y las muchas y hermosas contradicciones del cantante. Jamie incluso trabajó incansablemente para intentar recrear su genio musical. Como resultado, Foxx ganó merecidamente el Premio de la Academia, el Premio BAFTA y el Globo de Oro al Mejor Actor en 2005.
En 2005, los Grammys se dedicaron a Ray. Ese mismo año, Kanye West lanzó la canción "Golddigger", con Jamie Foxx como vocalista invitado. La canción contiene muestras y melodías del éxito de Ray de 1954 "I Got a Woman". En definitiva, Ray Charles consiguió mucho más que una mujer. Tuvo doce hijos de diez mujeres diferentes, y cuando murió, tenía un valor de 75 millones de dólares.
En 2015, el patrimonio de Ray Charles ganó una demanda que impedía a sus hijos "buscar cualquier otro interés en el patrimonio de su padre." Ese mismo año, Ray fue incluido a título póstumo en el Salón de la Fama de la Música de Rhythm and Blues... donde debe estar.
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