"After You've Gone" (feat. Paolo Alderighi, Rossano Sportiello & Stephanie Trick) Piano a tres. IMPRESIONANTE!!! HISTORIA DE LA CANCIÓN.
"After You've Gone".
Después de que te hayas ido.
"After You've Gone" (feat. Paolo Alderighi, Rossano Sportiello & Stephanie Trick) Piano a tres. IMPRESIONANTE!!!
HISTORIA DE LA CANCIÓN:
Tan solo la imagen más conocida de la canción, registrada por la Broadway Music Corporation de Nueva York, donde aparece una mujer blanca acompañando el nombre de los autores de piel negra, dice mucho de la forma en la que la comunidad afrodescendiente trató de ser invisibilizada en la emergente industria del jazz.
Esta entrada forma parte de la sección El Canon del Jazz
Es un tanto poético que el título de la pieza de Turner Layton y Harry Creamer abra la lista de esta sección denominada El Canon del Jazz. Son tiempos de despedidas y duelos; distancias temporales y eternas que se palpan en todo el mundo por una causa común. Aunque la pieza habla de la despedida de un amor, esta estrofa “Te sentirás triste, te sentirás triste… Extrañarás al amigo más querido que hayas tenido” nos demuestra que la buena música se construye de una sustancia universal.*
Al contrario de lo que suele ocurrir con la mayoría de composiciones clásicas del jazz, «After You’ve Gone» fue obra de compositores negros pero debe su popularidad a intérpretes de piel blanca1. La canción, casi tan vieja como las primeras grabaciones de jazz, apareció en 1918 y se hizo famosa en las versiones de Al Jolson, Sophie Tucker y Marion Harris, artistas que si bien no eran músicos de jazz en sentido estricto, incorporaron a sus estilos personales algunos elementos de ese estilo.
La historia del compositor Turner Layton resulta fascinante, una muestra de ascenso y éxito social que pocos estadounidenses de piel negra nacidos en el siglo XIX fueron capaces de igualar 2.
Nacido en el seno de una familia que se tomaba muy en serio la educación y el servicio a la comunidad —el padre, veterano de la guerra de Secesión, era profesor de música, y la madre también era maestra—, Layton estudió en la facultad de odontología de la universidad de Howard antes de embarcarse en una carrera musical y hacerse famoso tanto en calidad de intérprete como de compositor. En colaboración con el letrista Harry Creamer, Layton compuso canciones para Broadway y las revistas Ziegfeld Follies, y cosechó una serie de éxitos, impulsado por el gran Louis Armstrong que grabara algunos de sus temas como «Way Down Yonder in New Orleans», «Dear Old Southland» y su composición más famosa, «After You’ve Gone».
Como decía en la entrada que sirve de Introducción a esta sección, contrario a lo que regularmente se piensa, el jazz antes que ser música compleja y difícil de escuchar, es música popular que gozó de gran aceptación cuando irrumpió para transformar el mundo moderno. James Lincoln Collier lo describe así, en su prefacio a la biografía de Louis Armstrong: “Una cuidadosa lectura de los periódicos de los años veinte, sumada a los reportajes con músicos de la época y los relatos orales nos indican que, desde sus comienzos, el jazz no fue una música floclórica sino una faceta altamente comercializada de la industria del entretenimiento”*. La historia de Layton demuestra que este fervor se extendía más allá de las fronteras de los EUA, ya que como señala Ted Gioia: “En 1924 se instaló en Inglaterra, donde, en compañía de Clarence «Tandy» Johnstone, adquirió renombre como intérprete de cabaret y vendió, según se dice, diez millones de discos (una cifra difícil de creer pero que, aunque sólo fuese la mitad, pone de manifiesto su extraordinario gancho
Esta entrada forma parte de la sección El Canon del Jazz
Es un tanto poético que el título de la pieza de Turner Layton y Harry Creamer abra la lista de esta sección denominada El Canon del Jazz. Son tiempos de despedidas y duelos; distancias temporales y eternas que se palpan en todo el mundo por una causa común. Aunque la pieza habla de la despedida de un amor, esta estrofa “Te sentirás triste, te sentirás triste… Extrañarás al amigo más querido que hayas tenido” nos demuestra que la buena música se construye de una sustancia universal.*
Al contrario de lo que suele ocurrir con la mayoría de composiciones clásicas del jazz, «After You’ve Gone» fue obra de compositores negros pero debe su popularidad a intérpretes de piel blanca1. La canción, casi tan vieja como las primeras grabaciones de jazz, apareció en 1918 y se hizo famosa en las versiones de Al Jolson, Sophie Tucker y Marion Harris, artistas que si bien no eran músicos de jazz en sentido estricto, incorporaron a sus estilos personales algunos elementos de ese estilo.
La historia del compositor Turner Layton resulta fascinante, una muestra de ascenso y éxito social que pocos estadounidenses de piel negra nacidos en el siglo XIX fueron capaces de igualar 2.
Nacido en el seno de una familia que se tomaba muy en serio la educación y el servicio a la comunidad —el padre, veterano de la guerra de Secesión, era profesor de música, y la madre también era maestra—, Layton estudió en la facultad de odontología de la universidad de Howard antes de embarcarse en una carrera musical y hacerse famoso tanto en calidad de intérprete como de compositor. En colaboración con el letrista Harry Creamer, Layton compuso canciones para Broadway y las revistas Ziegfeld Follies, y cosechó una serie de éxitos, impulsado por el gran Louis Armstrong que grabara algunos de sus temas como «Way Down Yonder in New Orleans», «Dear Old Southland» y su composición más famosa, «After You’ve Gone».
Como decía en la entrada que sirve de Introducción a esta sección, contrario a lo que regularmente se piensa, el jazz antes que ser música compleja y difícil de escuchar, es música popular que gozó de gran aceptación cuando irrumpió para transformar el mundo moderno. James Lincoln Collier lo describe así, en su prefacio a la biografía de Louis Armstrong: “Una cuidadosa lectura de los periódicos de los años veinte, sumada a los reportajes con músicos de la época y los relatos orales nos indican que, desde sus comienzos, el jazz no fue una música floclórica sino una faceta altamente comercializada de la industria del entretenimiento”*. La historia de Layton demuestra que este fervor se extendía más allá de las fronteras de los EUA, ya que como señala Ted Gioia: “En 1924 se instaló en Inglaterra, donde, en compañía de Clarence «Tandy» Johnstone, adquirió renombre como intérprete de cabaret y vendió, según se dice, diez millones de discos (una cifra difícil de creer pero que, aunque sólo fuese la mitad, pone de manifiesto su extraordinario gancho
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