Edith Piaf . "Hymne à l’amour". Historia de una canción y de una vida marcada por la tragedia. De redes.
Historia de una canción y de una vida marcada por la tragedia.
"Edith Piaf . "Hymne à l’amour". De redes.
“Dios reúne a los que se aman” dice la letra de esta canción premonitoria, dedicada a la pasión en la vida y al amor tras la muerte, al deseo de encontrarse en el más allá, a un amor trágico eterno. Eso es lo que escribió y cantó Édith Piaf en el Hymne à l’amour (1949).
Corría el año 1949 y Édith Piaf estaba locamente enamorada de Marcel Cerdan. Era el boxeador más importante de su época. Ese año era el campeón del mundo del peso medio, y años atrás había sido el vencedor del campeonato de Europa (1939). Estaba casado y tenía tres hijos.
Ambos eran estrellas internacionales cuando se conocieron en Nueva York en el verano de 1948: el flechazo fue instantáneo. No era ningún secreto que fueran amantes. Se sabía, se dejaban ver y fotografiar juntos sin reparos. Este romance apasionado y el deseo de estar juntos fue precisamente lo que llevó a un trágico final a Cerdan.
"Mientras el amor inunde mis mañanas/ Mientras mi cuerpo tiemble en tus manos/ No me importan los problemas/ Mi amor, ya que tú me amas/ Yo iría hasta el fin del mundo."
La cantante se encontraba de gira en Estados Unidos en el otoño de 1949. Marcel viajó la noche del 27 al 28 de octubre de ese año en el vuelo de Air France 009 de París a Nueva York para ir a visitarla. El avión se estrelló en las islas Azores sin supervivientes. La noticia impactó al mundo entero. Entre los restos del avión se encontró la maleta de Marcel, reconocible porque tenía grabadas las letras EC: E de Édith y C de Cerdan. Él tenía 33 años.
La muerte inesperada de su amante sumergió a Édith Piaf en una profunda tristeza, cayó enferma y estuvo alejada de los escenarios durante mucho tiempo. Aunque la canción se publicó grabada en 1950, ella ya la había interpretado en septiembre de 1949, un mes antes de la muerte de Marcel Cerdan. Sin saberlo, su letra contenía una macabra premonición:
"Si la vida te arranca de mí/ Si mueres, estás lejos de mí/ No me importa, si tú me amas/ Porque yo también moriría/ Tendremos para nosotros toda la eternidad/ En el azul de toda la inmensidad/ En el cielo, no más problemas."
L’Hymne à l’amour canalizó toda su tristeza y emocionaba al público en cada interpretación. Mostraba con gran dignidad y profundidad el dolor por la pérdida del amado y el deseo de reunirse con él. Fue uno de sus grandes éxitos mundiales: la canción de amor y muerte se convirtió en mito.
Édith Piaf nunca se recuperó del todo de la muerte de Marcel Cerdan. Su vida después de él la protagonizan otros amores fallidos, varios accidentes de tráfico, adicción a la morfina para evitar el dolor de las secuelas y el alcoholismo. No faltan las terapias de rehabilitación y recaídas continuas.
Aunque su salud era muy frágil, siguió publicando discos, cosechando éxitos mundiales, dando conciertos y con la voz increíblemente impecable. Es el caso por ejemplo de Non, je ne regrete rien publicada en 1960.
Cuando muere, en 1963, parece una anciana a pesar de que sólo tenía 47 años. La vida de excesos era visible. En ese momento estaba casada con el apuesto y jovencísimo Théo Sarapo, cantante y actor que tenía entonces 26 años y que la cuidó hasta el final como si de una madre se tratara. Por cierto, siete años después, Théo Sarapo también murió en un accidente de tráfico en esa ocasión, y sus restos descansan en una tumba junto a ella."
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