ROD STEWART Y FRANK SINATRA: DOS ESTILOS, UN MISMO ALMA. Por Carlos Garcés.


ROD STEWART Y FRANK SINATRA: DOS ESTILOS, UN MISMO ALMA. Por Carlos Garcés.

Hay encuentros que no necesitan coincidir en el tiempo para ser verdaderos. El de Rod Stewart y Frank Sinatra pertenece a esa categoría. Dos voces distintas, dos épocas separadas por décadas, pero una misma manera de entender la música: como arte, como emoción y como verdad.

Rod Stewart, hijo del rhythm & blues y del rock británico, siempre confesó su admiración por los grandes crooners americanos. Entre todos ellos, uno ocupaba el altar mayor: Frank Sinatra, el hombre que transformó la canción popular en una confesión íntima, el artista que hizo del micrófono un cómplice y del escenario, un templo.

No es casual que Stewart decidiera rendir homenaje a Sinatra y a toda su generación con aquel proyecto de clásicos del Great American Songbook. Su interpretación de “Pennies from Heaven”, que hoy comparto en este espacio, no es solo un tributo: es una declaración de amor a una forma de cantar que ya casi no existe. En ella, Stewart recoge el espíritu sinatriano, el fraseo elegante, el respeto por la letra, la emoción contenida, y lo adapta a su estilo, demostrando que el swing no entiende de edades ni de fronteras.

Sinatra cantó “Pennies from Heaven” como quien convierte la melancolía en esperanza. Stewart, en cambio, la reviste de madurez, como si quisiera recordarnos que incluso bajo la lluvia de la vida pueden caer monedas del cielo: momentos de belleza, fidelidad y recuerdo.

Entre ambos hay un hilo invisible, hecho de admiración, oficio y sensibilidad. Un hilo que une Las Vegas con Londres, el smoking con la chaqueta de cuero, el whisky con el té. Y en ese puente sonoro habita el legado eterno del mejor cantante del siglo XX, al que Stewart, con humildad y respeto, sigue llamando The Voice.

Porque Sinatra no solo marcó una época. Marcó el corazón de todos los que, como Rod Stewart, comprendieron que cantar es, en el fondo, una forma de agradecer al cielo por las monedas que aún siguen cayendo.

Una de las historias más curiosas y reveladoras de esta relación es la del consejo que Frank Sinatra dio personalmente a Rod Stewart cuando coincidieron:

> “Rod, haz mucho nado submarino — sostén la respiración de un extremo al otro — porque eso mejorará tu capacidad pulmonar y te hará un mejor cantante.”

Stewart, impresionado por la sencillez y sabiduría del consejo, lo tomó muy en serio. Años después reconoció que lo incorporó a su rutina física, convencido de que el dominio de la respiración era esencial para controlar la voz, la intensidad y el fraseo. Era un consejo típicamente sinatriano, práctico, técnico y artístico a la vez, porque en Sinatra el cuerpo y el alma trabajaban siempre al servicio de la canción.

Rod Stewart nunca ocultó su veneración por Frank Sinatra. En diversas entrevistas ha recordado que la música de The Voice fue decisiva en su formación como intérprete, y que incluso su vínculo personal trascendió lo artístico, Tina Sinatra, hija de Frank, es madrina de dos de los hijos de Rod Stewart, un gesto que testimonia la amistad y respeto entre ambas familias.

Para Stewart, Sinatra no era solo un modelo de estilo, sino también un espejo de autenticidad. En su manera de cantar descubrió el poder de la voz como vehículo emocional, y ese aprendizaje lo acompañó toda su vida. Por eso, cuando se adentró en el Great American Songbook, lo hizo con humildad: como un discípulo que regresa al templo de su maestro.

“Almost Like Being in Love”, otro punto de encuentro

La conexión entre ambos no termina con “Pennies from Heaven”. Otra canción emblemática los une: “Almost Like Being in Love”, compuesta por Frederick Loewe y Alan Jay Lerner para el musical Brigadoon.

Frank Sinatra la grabó en 1961 para su álbum Come Swing with Me!, impregnándola de esa alegría contenida que solo él sabía transmitir.

Décadas después, Rod Stewart la revivió junto a Jools Holland en su álbum Swing Fever, devolviéndola al gran público con la misma energía optimista y el mismo swing que Sinatra supo imprimirle.

Esa coincidencia no es casual y demuestra que más allá de los años, el repertorio clásico sigue vivo gracias a artistas que, como Stewart, entienden que interpretar una canción no es repetir una melodía, sino recrear una emoción.

Carlos Garcés.
7 de octubre de 2025.













DOMINIO EUROPEO DE FRANK SINATRA.

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